Los buenos lectores no se caracterizan necesariamente por la posesión de habilidades técnicas (aunque pueden tenerlas), sino por la posesión de una serie de estrategias para abordar un texto y por un cierto grado de conciencia de sus propios métodos de lectura y de las exigencias de la tarea (Nisbert y Schucksmith).
Las Tutorías como espacio que ha mostrado una multiplicidad de modos de implementación en las instituciones educativas de nivel medio, cobra protagonismo ante las próximas mesas de exámenes que se avecinan en febrero de 2013.
Una vez más, los tutores académicos, se encontrarán con el desafío de trabajar sobre situaciones problemáticas, y en esta ocasión, de cierta «emergencia» ante el fantasma de la repitencia. Transcurrida esta etapa sí podrán trazar diseños estratégicos para las cursadas de cada estudiante, explorar y poner en marcha éxitos analógicos y nuevas herramientas que contemplen la singularidad en un entorno de trabajo que suele ser grupal.
Si ciertas situaciones problemáticas requieren atención, una de ellas es sin dudas, la comprensión lectora.
La unicidad de formatos, extensión, complejidad y la escasa consideración de los intereses del alumnado al seleccionar los materiales para abordar el área de ciencias sociales, representan algunos de los motivos que dificultan la comprensión lectora.
Las netbooks están en el aula… tenemos que circunscribirnos a unívocos recursos para potenciar la comprensión?
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